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EDUCAR EN TRES IDIOMAS

Cuando era pequeña era buena estudiante. Lo único que suspendía a veces era inglés. Hoy en nuestra casa se hablan tres idiomas. Inglés, holandés y castellano. ¿Cómo lo hacemos?



Nuestro objetivo es que nuestros hijos hablen al menos dos idiomas muy bien. El holandés y el castellano. El inglés es el idioma en el que nos comunicamos nosotros, los padres. La verdad que aunque cada vez ambos hablemos mejor el idioma del otro, es difícil cambiar. Si te enamoras en inglés, no es lo mismo que enamorarse en holandés. Es la misma sensación que escuchar toda tu vida hablar a Will Smith en castellano y de repente oírle hablar en su idioma. ¡Que chasco!

Cómo es la educación en una casa con tres idiomas

“¿Cómo le habláis a los niños? ¿Que idioma habla en el colegio? ¿Habla vuestro hijo los dos idiomas bien? ¿Qué idioma habla mejor?”

Antes de que nuestro hijo empezara a razonar y a decir sus primeras palabras, por supuesto nos informamos. Para nosotros era importante que se pudiera comunicar bien con ambas familias. La familia de Holanda y la familia de Irún.


Elegir una buena educación


Como muchos o bueno, todos los padres de este mundo, la educación que eliges para tus hijos quieres que sea la mejor. La mejor a veces es difícil de definir, porque desde mi punto de vista, de todo se aprende y ninguna opción es mejor que otra, son simplemente diferentes.


Teniendo este concepto claro en nuestra cabeza empezamos a decidir lo que a nosotros nos apetecía que nuestro hijo tuviera en su día a día.


1. En primer lugar el colegio o la guardería.


Una amiga mía española es profesora del colegio internacional de Eindhoven. Pensé que a parte de los colegios estándar de Holanda a lo mejor el colegio internacional podría ser una opción. Consultando con ella, llegamos a la conclusión que en el colegio internacional había niños que viajaban mucho por el mundo. Sus padres se cambiaban de país cada dos o tres años por lo que ella pensaba que no era un lugar donde crear un grupo sólido y estable de amigos. Descartado.


2. Que tuviera una cultura, unas canciones infantiles que recordar, unas raíces llamadas amigos de toda la vida, unas tradiciones, eso era importante para mí.


Desde que vivo fuera de mi país, valoro muchísimo más mi cultura, mi infancia, mis recuerdos y mis costumbres de antes. Digo mis costumbres de antes porque muchas de ellas han evolucionado, han cambiado o se han adaptado. Cambiar esta bien, pero aun así, todo lo que tiene que ver con el sitio donde nací me enorgullece y sobretodo me hace sentir yo.


No quiero que mis hijos se sientan en tierra de nadie, como en muchas ocasiones nos sentimos los que vivimos mucho tiempo en el extranjero. Así que la opción de un colegio holandés estaba bastante clara.


3. Decidimos hablar en casa tres idiomas. Esto no fue muy discutido o investigado, simplemente, nos dimos cuenta que lo íbamos a hacer así, y volví a consultar a mi amiga la profesora.


- Andrea, ¿me podrías preguntar a tus compañeros de colegio, si hablar 3 idiomas a un niño es muy confuso? ¿Crees que le podría perjudicar en algún sentido?



4. Por necesidad pusimos la norma de ver la tele en castellano. Siempre que se pueda, claro.


A medida que el niño va creciendo es obvio que con las decisiones de los puntos anteriores, la fuente de aprendizaje del castellano se reduce a mí, su madre. Esto parece que vaya a ser automático y al ser la madre, los niños van a hablar castellano directamente. No. Me lo tengo que currar y mucho.


A veces tengo que ser la pesada cortarollos. Esto ocurre sobretodo fuera de casa, cuando todo el mundo le esta hablando en holandés, y el me mira y se dirige a mí en holandés también.


- ¿Qué dices? No te entiendo hijo, dímelo en castellano. En ocasiones finjo que no le he entendido, pero muchas otras veces no hace falta que lo finja, no le entiendo.

Por esta razón necesitaba urgentemente un refuerzo que estuviera de mi lado, se llama: PEPA PIG.


Y bueno para terminar, intentaré contestar a la pregunta del principio. ¿Cómo es la educación en una casa con tres idiomas?


Pues es bastante divertida. Los tres nos enseñamos cosas cada día. Nos reímos cuando alguno no pronuncia bien algo y sobre todo seguimos hablando sin parar. Porque al final, donde hay amor y hay risas no hace falta entenderse mucho.


Cuando pasen los años, y no muchos, nuestros hijos van a ser los que mejor controlen los tres idiomas, y se seguirán riendo de nuestros marcados acentos. Serán ellos los que eduquen a sus padres.


Y si por lo que sea cuando crezcan no saben escribir bien ningún idioma, o no saben hablar tan fluido como otras personas... pues ya sabremos a quien echarle la culpa. A Andrea, la profesora. ;)


Y ahora sí, me despido. Y vosotros, ¿Qué idiomas queréis que aprendan vuestros hijos? ¿Y porque?


¡Kisses, kusses y besos para todos!


PD: Ahora sigo suspendiendo pero en vez de ingles, holandés. Que viva el idioma del amor y punto.




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